Nacido en Buenos Aires en 1948. Su pintura, de neto corte impresionista, lo condujo a transitar los caminos de los clásicos figurativos argentinos. Aborda los paisajes bonaerense con gran frescura. Sus paisajes transmiten serenidad y descanso.

Autodidacta, trabaja sin condicionamientos desde lo académico. Sin embargo, ha capturado con gran sensibilidad la luz y las distancias de nuestro campo. Sus pinceles y espátulas aplican generosa materia y los gruesos empastes confieren carácter a su obra.

Coleccionistas argentinos, latinoamericanos y europeos, poseen gran cantidad de sus obras; y diversas galerías de New York, Pensylvania y California exponen sus pinturas.

Un dato anecdótico lo constituye la sigla “pgD” debajo de su firma en cada obra; se trata de un reconocimiento a Dios, de quien el artista asegura haber recibido la gracia de poder expresar su arte. El significado textual de estas tres letras es “para la gloria de Dios”